jueves, enero 04, 2007
miércoles, diciembre 27, 2006
martes, diciembre 12, 2006
Historia de un viaje. Parte II
Bueno……
Una vez ya en Santiago, a la casa de los papás.
Saludos a la familia, trámites bancarios, viajes y carretes al por mayor con amigos.
Como se suspendió el concierto tributa a “Los Jaivas”, el rapto planificado con Pauly y Denisse lo transformamos en un asao en Buín.
NADA QUE DECIR, LA RAJA!!!!!!
El Sábado a Viña con un amigo a ver a “Deep Purple”
NADA QUE DECIR, LA RAJA!!!!!!
Los trámites bancarios y el problema de salud del pariente, la raja.
Hasta el momento, nada que decir, todo a pedir de boca.
Después, un llamado de ofrecimiento para integrar una banda.
El mundo está girando nuevamente a mi favor. Todo me está resultando muy bien.
En general, nada malo durante este viaje, todo lo contrario. Todo resultó de acuerdo a lo planificado y mucho mejor incluso.
Después de haberme esforzado mucho el día Domingo buscando videos para publicarlos en el Pauta Ouh Yeah en la sección “Se te cayó el carné”, comencé a preparar la ropa para volver a Antofagasta.
Después de eso, para evitar volver a tener el mismo inconveniente que en el viaje de ida y siguiendo los consejos de Andreita, decidí comprarme un reproductor de mp3
Cuando estaba en la vitrina seleccionando uno que estuviera de acuerdo a las posibilidades económicas, apareció una vendedora, la cual me comenzó a contar los beneficios de los actuales mp4.
- No gracias -le dije- solo necesito uno que reproduzca música y nada más.
- Si, lo entiendo, pero este que le muestro -sacando uno de una vitrina, el cual estaba protegido hasta con guarda espaldas y agentes swat- es de última generación, con 4 GB de almacenamiento. Ahora, si necesita mayor capacidad, tenemos los I-pod, que poseen desde 10 a 60 GB, con múltiples funciones…
Debo reconocer que a esa altura estaba como Homero Simpson, solo asistiendo con la cabeza, mirándola cómo trataba de convencerme, con mi mente y ojos pegados en la anatomía de una promotora y sin entender absolutamente nada de lo que me hablaba.
Cuando volví de aquel trance, me fijé que solo faltaba que agregara una lavadora para completar la remodelación de artefactos de electrónica y línea blanca de mi casa.
- Disculpe -le dije- yo solo quiero un reproductor de mp3 para un viaje y de allí, no se cuando lo volveré a usar.
- ESTÁ BIÉN! -me contestó ella, levantándome la ceja como La Roca y dejándome ver que prácticamente había perdido su tiempo ofreciéndome tanta maravilla.
Finalmente compré uno de 1 GB, en el cual traté me meterle tanta canción como me fuese posible. Me tenía que preparar para el viaje y no estaba dispuesto a sufrir nuevamente por la falta de música.
En la tarde, en plena faena de comprensión del funcionamiento y aplicaciones básicas del reproductor en cuestión, informan por todos los medios que Pinochet había fallecido.
Me dirigí a Internet y pude ver que todos mis esfuerzos por colocar videos cómicos y buenos, fueron en vano, ya que el centro de la noticia era la muerte de él.
Tanto esfuerzo para nada, hasta para morir desubicado.
NO HAY SALUD!
Una vez finalizada la carga de música y después de haber visto millones de biografías, me preparé para ver Lost.
La semana anterior no lo había podido ver, ya que me encontraba conversando con una señora que ni conocía, pero eso no le fue impedimento para dejarme conocer sus mas íntimos olores y en un bus rumbo a Santiago.
Me preparo, me sirvo una cerveza, papas fritas y enciendo el televisor y con qué me encuentro. Con mas biografías, pero esta vez con distintos enfoques.
Mientras en el Mega y en Canal 13, hablaban de un excelente presidente y estadista, en el Chilevisión hacían referencia a un ex dictador, violador de los derechos humanos con cuentas secretas en un banco estado unidense y con la familia con un cacho de por vida, solo por el hecho de mantener su apellido.
Llegué a pensar que se habían muerto dos personas distintas, pero con una increíble alcance de nombre.
Esa es la prensa que tenemos en nuestro país, nos obligan a pensar en lo que ellos quieren que pensemos.
Aunque, no dejo de pensar si esa es la prensa que tenemos o la que nos merecemos…
Pensando ese tipo de weas, me quedé dormido a la espera del viaje de regreso.
Antes de las 11 de la mañana estaba igual que cabro chico listo para ir a su primer día de clases. Bañadito, peinado y con los bolsos en la mano.
Mirada al pasaje para confirmar la hora, 12:20, hasta aquí vamos bien.
Llamado telefónico a un amigo, el cual me se había comprometido a irme a dejar, pero, problema de último minuto. Viaje a Rancagua por asuntos laborales, así que obligado a darle cuerda al plan “B”.
- Aló, papá.
- Aló, hijo.
- Xuxa, problemas de última hora. Me podrías ir a dejar al terminal.
- Claro, pero tú sabes que estoy trabajando.
- Lo se -le dije. Mi papá es taxista y esas palabras en castellano significaban que le debía pagar como a cualquier medio de locomoción.
- Entonces, a que hora te paso a buscar.
Mi papá es la persona más impuntual que pueda existir y si le decía que a las 12:20 era la salida del bus, me diría que nunca salen a tiempo y que siempre se retrasan. Probablemente me contaría la misma historia en la cual estuvo mas de 1 hora esperando un bus para irse a trabajar a Cartagena en el año 84, así que para evitar todo eso, le dije que tenía que estar en el terminal a las 12 en punto.
- Mira -me dijo- los buses nunca salen a tiempo, siempre se retrasan, así que mejor te pasaré a buscar a las 12:10. Recuerdo una vez que estuve esperando en el antiguo terminal Santiago mas de 2 horas un bus para irme a trabajar a Cartagena…
Y así siguió hablando, pero yo ya no le escuchaba, solo pensaba que cada vez que me contaba esa historia, el tiempo aumentaba considerablemente.
Después de cortar, aunque no se si habrá terminado de hablarme, me senté a esperarlo.
Llegó a las 12:15 y yo estaba con una desesperación máxima.
Rápidamente me despedí de todos y partimos al terminal.
Como buen taxista que es, reclamaba por los tacos que se formaban y me decía que esos trabajos deberían hacerlos en verano, pero no se acordaba que años atrás cuando hicieron los arreglos en la Alameda durante el verano, decía que cuando uno hace las cosas a la rápida, nunca resultan bien.
Siguió hablando, pero yo solo tenía ojos para ver la hora.
Llegamos al terminal a las 12:25, me dejó en la puerta.
- Que te apuesto que ni siquiera ha llegado el chofer. –me dijo con una voz de experiencia y certeza única.
- Mejor espérame por aquí y te aviso por si el bus ya se ha ido.
Llegué y efectivamente el bus se había ido, por lo que lo llamé y le conté lo sucedido, así que tuvimos que partir rajados detrás del bus, hasta que por fin lo pillamos en el peaje de Lampa.
A todo esto, como es su costumbre, andaba con muy poca bencina, según él, por si lo secuestran.
Entendible, pero cabe destacar que él trabaja en un radio taxi y allí los autos son particulares y no toman pasajeros en la calle.
Se detuvo el bus y logré subirme.
El auxiliar se cagó de la risa al verme.
Quién sabe cuanto me estuvieron esperando o qué cosas habían dicho antes de partir, ya que cuando me subí, todos se miraban como diciendo “Este es el weas que faltaba” o “Por culpa de este salimos atrasados”
Aunque es muy probable que no hallan dicho nada y que todas esas cosas solo las halla imaginado, ya que soy demasiado paranoico.
En el viaje, nada que decir, solo que prácticamente no usé el reproductor de mp3, ya que las películas que dieron eran muy buenas.
Debí haber gastado solo los $ 100 para los audífonos y no haber comprado el aparato ese, pero lo tengo para el próximo viaje.
De vuelta a Antofagasta!
Me quedan muy pocos días en esta ciudad, así que desde ya pensaré en los balances después de estos 2 años y 3 meses en esta ciudad.
Ese será el próximo posteo, por ahora, a embalar todo y mandarlo hacia Santiago.
Una vez ya en Santiago, a la casa de los papás.
Saludos a la familia, trámites bancarios, viajes y carretes al por mayor con amigos.
Como se suspendió el concierto tributa a “Los Jaivas”, el rapto planificado con Pauly y Denisse lo transformamos en un asao en Buín.
NADA QUE DECIR, LA RAJA!!!!!!
El Sábado a Viña con un amigo a ver a “Deep Purple”
NADA QUE DECIR, LA RAJA!!!!!!
Los trámites bancarios y el problema de salud del pariente, la raja.
Hasta el momento, nada que decir, todo a pedir de boca.
Después, un llamado de ofrecimiento para integrar una banda.
El mundo está girando nuevamente a mi favor. Todo me está resultando muy bien.
En general, nada malo durante este viaje, todo lo contrario. Todo resultó de acuerdo a lo planificado y mucho mejor incluso.
Después de haberme esforzado mucho el día Domingo buscando videos para publicarlos en el Pauta Ouh Yeah en la sección “Se te cayó el carné”, comencé a preparar la ropa para volver a Antofagasta.
Después de eso, para evitar volver a tener el mismo inconveniente que en el viaje de ida y siguiendo los consejos de Andreita, decidí comprarme un reproductor de mp3
Cuando estaba en la vitrina seleccionando uno que estuviera de acuerdo a las posibilidades económicas, apareció una vendedora, la cual me comenzó a contar los beneficios de los actuales mp4.
- No gracias -le dije- solo necesito uno que reproduzca música y nada más.
- Si, lo entiendo, pero este que le muestro -sacando uno de una vitrina, el cual estaba protegido hasta con guarda espaldas y agentes swat- es de última generación, con 4 GB de almacenamiento. Ahora, si necesita mayor capacidad, tenemos los I-pod, que poseen desde 10 a 60 GB, con múltiples funciones…
Debo reconocer que a esa altura estaba como Homero Simpson, solo asistiendo con la cabeza, mirándola cómo trataba de convencerme, con mi mente y ojos pegados en la anatomía de una promotora y sin entender absolutamente nada de lo que me hablaba.
Cuando volví de aquel trance, me fijé que solo faltaba que agregara una lavadora para completar la remodelación de artefactos de electrónica y línea blanca de mi casa.
- Disculpe -le dije- yo solo quiero un reproductor de mp3 para un viaje y de allí, no se cuando lo volveré a usar.
- ESTÁ BIÉN! -me contestó ella, levantándome la ceja como La Roca y dejándome ver que prácticamente había perdido su tiempo ofreciéndome tanta maravilla.
Finalmente compré uno de 1 GB, en el cual traté me meterle tanta canción como me fuese posible. Me tenía que preparar para el viaje y no estaba dispuesto a sufrir nuevamente por la falta de música.
En la tarde, en plena faena de comprensión del funcionamiento y aplicaciones básicas del reproductor en cuestión, informan por todos los medios que Pinochet había fallecido.
Me dirigí a Internet y pude ver que todos mis esfuerzos por colocar videos cómicos y buenos, fueron en vano, ya que el centro de la noticia era la muerte de él.
Tanto esfuerzo para nada, hasta para morir desubicado.
NO HAY SALUD!
Una vez finalizada la carga de música y después de haber visto millones de biografías, me preparé para ver Lost.
La semana anterior no lo había podido ver, ya que me encontraba conversando con una señora que ni conocía, pero eso no le fue impedimento para dejarme conocer sus mas íntimos olores y en un bus rumbo a Santiago.
Me preparo, me sirvo una cerveza, papas fritas y enciendo el televisor y con qué me encuentro. Con mas biografías, pero esta vez con distintos enfoques.
Mientras en el Mega y en Canal 13, hablaban de un excelente presidente y estadista, en el Chilevisión hacían referencia a un ex dictador, violador de los derechos humanos con cuentas secretas en un banco estado unidense y con la familia con un cacho de por vida, solo por el hecho de mantener su apellido.
Llegué a pensar que se habían muerto dos personas distintas, pero con una increíble alcance de nombre.
Esa es la prensa que tenemos en nuestro país, nos obligan a pensar en lo que ellos quieren que pensemos.
Aunque, no dejo de pensar si esa es la prensa que tenemos o la que nos merecemos…
Pensando ese tipo de weas, me quedé dormido a la espera del viaje de regreso.
Antes de las 11 de la mañana estaba igual que cabro chico listo para ir a su primer día de clases. Bañadito, peinado y con los bolsos en la mano.
Mirada al pasaje para confirmar la hora, 12:20, hasta aquí vamos bien.
Llamado telefónico a un amigo, el cual me se había comprometido a irme a dejar, pero, problema de último minuto. Viaje a Rancagua por asuntos laborales, así que obligado a darle cuerda al plan “B”.
- Aló, papá.
- Aló, hijo.
- Xuxa, problemas de última hora. Me podrías ir a dejar al terminal.
- Claro, pero tú sabes que estoy trabajando.
- Lo se -le dije. Mi papá es taxista y esas palabras en castellano significaban que le debía pagar como a cualquier medio de locomoción.
- Entonces, a que hora te paso a buscar.
Mi papá es la persona más impuntual que pueda existir y si le decía que a las 12:20 era la salida del bus, me diría que nunca salen a tiempo y que siempre se retrasan. Probablemente me contaría la misma historia en la cual estuvo mas de 1 hora esperando un bus para irse a trabajar a Cartagena en el año 84, así que para evitar todo eso, le dije que tenía que estar en el terminal a las 12 en punto.
- Mira -me dijo- los buses nunca salen a tiempo, siempre se retrasan, así que mejor te pasaré a buscar a las 12:10. Recuerdo una vez que estuve esperando en el antiguo terminal Santiago mas de 2 horas un bus para irme a trabajar a Cartagena…
Y así siguió hablando, pero yo ya no le escuchaba, solo pensaba que cada vez que me contaba esa historia, el tiempo aumentaba considerablemente.
Después de cortar, aunque no se si habrá terminado de hablarme, me senté a esperarlo.
Llegó a las 12:15 y yo estaba con una desesperación máxima.
Rápidamente me despedí de todos y partimos al terminal.
Como buen taxista que es, reclamaba por los tacos que se formaban y me decía que esos trabajos deberían hacerlos en verano, pero no se acordaba que años atrás cuando hicieron los arreglos en la Alameda durante el verano, decía que cuando uno hace las cosas a la rápida, nunca resultan bien.
Siguió hablando, pero yo solo tenía ojos para ver la hora.
Llegamos al terminal a las 12:25, me dejó en la puerta.
- Que te apuesto que ni siquiera ha llegado el chofer. –me dijo con una voz de experiencia y certeza única.
- Mejor espérame por aquí y te aviso por si el bus ya se ha ido.
Llegué y efectivamente el bus se había ido, por lo que lo llamé y le conté lo sucedido, así que tuvimos que partir rajados detrás del bus, hasta que por fin lo pillamos en el peaje de Lampa.
A todo esto, como es su costumbre, andaba con muy poca bencina, según él, por si lo secuestran.
Entendible, pero cabe destacar que él trabaja en un radio taxi y allí los autos son particulares y no toman pasajeros en la calle.
Se detuvo el bus y logré subirme.
El auxiliar se cagó de la risa al verme.
Quién sabe cuanto me estuvieron esperando o qué cosas habían dicho antes de partir, ya que cuando me subí, todos se miraban como diciendo “Este es el weas que faltaba” o “Por culpa de este salimos atrasados”
Aunque es muy probable que no hallan dicho nada y que todas esas cosas solo las halla imaginado, ya que soy demasiado paranoico.
En el viaje, nada que decir, solo que prácticamente no usé el reproductor de mp3, ya que las películas que dieron eran muy buenas.
Debí haber gastado solo los $ 100 para los audífonos y no haber comprado el aparato ese, pero lo tengo para el próximo viaje.
De vuelta a Antofagasta!
Me quedan muy pocos días en esta ciudad, así que desde ya pensaré en los balances después de estos 2 años y 3 meses en esta ciudad.
Ese será el próximo posteo, por ahora, a embalar todo y mandarlo hacia Santiago.
martes, diciembre 05, 2006
Historia de un Viaje. Parte I
Como lo había dicho anteriormente en Pauta Ouh Yea (R), partí a Santiago para visitar a la familia y realizar trámites personales, pero como no todo puede ser lindo, me sucedieron muchas cosas en el trayecto, las cuales paso a detallar.
Con el fin de poder llegar a Santiago a las 10 a.m., traté de comprar los pasajes para las 16 hrs. (18 horas de viaje desde Antofagasta a Santiago), pero no quedaban para ese horario, por lo que tuve que comprar los pasajes para las 15:15.
Da lo mismo pensé, total es menos de 1 hora de diferencia.
Partí a subir la Pauta del día domingo al Pauta Ouh Yea (R) y volví rajao a almorzar.
Eran las 14:30 y recién me serví almuerzo.
Tragué a lo rapidito y me junté con un amigo pa que me fuera a dejar al terminal.
Partimos al terminal, sabiendo que estábamos más que atrasados, por lo que la carrera fue de locos, adelantando vehículos y tocando la bocina a medio mundo.
Llegamos al terminal increíblemente a la hora, yo no lo podía creer y Gonzalo no decía palabras después de ver lo imprudente que podía llegar a ser tras el volante. Nunca soy imprudente, pero en esta ocasión debía serlo.
Entramos corriendo y comenzamos a ubicar el bus, el cual no encontrábamos.
Preguntamos en informaciones, pero no tenían idea.
Comenzaron a averiguar y recién allí se enteraron que el bus estaba retrasado.
“Informaciones” y no estaban enterados que el bus estaba retrasado.
Que irónico, no?
Después de más de media hora, el bus por fin llegó, así que maletas adentro, chao compadre, nos vemos, cuídese y a sentarse.
Reservé los pasajes por Internet y los cancelé un día antes del viaje, pero me di cuenta que el sistema computacional de la empresa de transportes público ..ur-Bus no funcionaba o simplemente no lo respetaban.
Pedí un asiento del medio del bus, el N° 9, pero ya estaba ocupado, asi que quedé sentado en el asiento N°2, detrás del chofer y bajo el televisor, es decir, para poder ver las películas, debería torcerme completamente.
Listo!!!
Parte el bus a las 16 hrs., las llamadas pertinentes, mensajes a los amigos, mensajes cariñosos a quien corresponde y rápidamente quedé sin señal.
Encienden el televisor y el bus no tenía audífonos.
Encendieron los parlantes y todos se cagaban de la risa de la película, pero yo no la veía y mas encima no la escuchaba.
Le pregunté al auxiliar qué sucedía con el sonido y me respondió que solo estaban buenos los parlantes del centro del bus hacia atrás.
- Pero no hay audífonos?
- No – me dijo – Los audífonos los venden en las agencias y cuestan $ 100.
Me dio un poco de risa, no regalar los audífonos o por último, los podrían incluir en el precio de los pasajes. Total son $ 100, nadie reclamaría por $ 100. La verdad, es que no se por qué, pero así es no más.
Tampoco esperaba otra respuesta, mas que mal, él no tenía por qué saber lo que le preguntaba.
Me resigné y comencé a buscar el libro que había comprado para el viaje. No recordaba el nombre del libro en ese entonces (Ni ahora tampoco, mi memoria es como el hoyo) pero estaba muy interesado en él.
Trataba sobre los orígenes y conflictos de la primera guerra mundial y mientras lo buscaba, la gente se cagaba de la risa con la película.
“Pa mi que estos weones lo hacen de adrede!” eso pensaba, ya que no podía ser tan buena la película.
Después de buscar mucho el libro en la mochila, me di cuenta que con el apuro olvidé echarlo.
Qué xuxa hago???
Lo único que se me ocurrió hacer, fue comenzar a dormir, así que traté de entrar en trance, pero los weones se recagaban de la risa.
Después de luchar conmigo mismo, por fin logré quedarme dormido….
PUM!!! Se reventó un neumático.
Lo cambiaron rápidamente, pero el salto que pegué fue gigantesco y los demás en el bus me miraban y se reían.
Rápidamente calló la noche y apagaron el televisor. Hasta ese momento iba sentado solo, pero en Copiapó se subió una señora, la cual no debe haber tenido no más de 53 años, en realidad, no soy muy bueno con eso de las edades, pero era mayor.
Luego que comenzara a hablarme de cuantos nietos tenía y de todos sus achaques de salud, nuevamente logré quedarme dormido, pero la señora comenzó a roncar muy despacio.
Lamentablemente tengo el sueño liviano, por lo que me era imposible quedarme dormido.
Los leves sonidos que emitía se fueron transformando a ronquidos ya clasificados como tal y eso sumado a las veces que se atoraba, era un espectáculo de otro nivel.
Era tan fuerte como roncaba, que ella misma se despertó con la bulla que llevaba. Se acomodó mejor y así dejó de roncar.
Volví a dormir, pero desperté cagao de frío como a las 3 y media. Estábamos en La Serena y la puerta del Bus abierta. Yo en el asiento N°2, era una muralla que impedía que el frío le llegara a la señora, así que me comí todo el viento solito no más.
Partió nuevamente el Bus, ya no había frío ni ronquidos, así que a dormir.
Como a eso de las 4 de la mañana, la señora comenzó a roncar y a moverse otra vez.
Lo peor de todo, es que los ronquidos ya los tenía muy asumidos, pero cuando se ganó mi admiración la dama en cuestión, fue cuando tanto movimiento se manda el feroz peo.
Me dieron ganas de reírme, pero me hice el dormido.
Al analizar el peo, me di cuenta que musical y ruidosamente había cumplido su objetivo, pero lo peor es que tóxicamente comenzaba una nueva etapa en el viaje.
No se si fue por el cansancio o por lo mareado que me dejó el olor a mierda del peo, pero al fin logré quedarme dormido.
Desperté a las 7:30 y comencé a mirar el paisaje.
Cuantas veces por asuntos laborales había pasado por allí, pero nunca me había percatado lo lindo que es el paisaje entre La Calera y Santiago. Ahora, que no lo veo muy seguido me di cuenta cuanto extrañaba ver el verde de los cerros.
Las 9, hora de bajarme!!!
Llamadas y mensajes a quienes correspondían (El que sae, sae!)
Por fin llegué y por fin me bajé del bus.
Después de una tierna llamada por allí, llegaron mis amigos.
El viaje fue cómico…
La espera ojalá que valga la pena……………………
(De seguro que valdrá, tengo la esperanza de aquello)
Con el fin de poder llegar a Santiago a las 10 a.m., traté de comprar los pasajes para las 16 hrs. (18 horas de viaje desde Antofagasta a Santiago), pero no quedaban para ese horario, por lo que tuve que comprar los pasajes para las 15:15.
Da lo mismo pensé, total es menos de 1 hora de diferencia.
Partí a subir la Pauta del día domingo al Pauta Ouh Yea (R) y volví rajao a almorzar.
Eran las 14:30 y recién me serví almuerzo.
Tragué a lo rapidito y me junté con un amigo pa que me fuera a dejar al terminal.
Partimos al terminal, sabiendo que estábamos más que atrasados, por lo que la carrera fue de locos, adelantando vehículos y tocando la bocina a medio mundo.
Llegamos al terminal increíblemente a la hora, yo no lo podía creer y Gonzalo no decía palabras después de ver lo imprudente que podía llegar a ser tras el volante. Nunca soy imprudente, pero en esta ocasión debía serlo.
Entramos corriendo y comenzamos a ubicar el bus, el cual no encontrábamos.
Preguntamos en informaciones, pero no tenían idea.
Comenzaron a averiguar y recién allí se enteraron que el bus estaba retrasado.
“Informaciones” y no estaban enterados que el bus estaba retrasado.
Que irónico, no?
Después de más de media hora, el bus por fin llegó, así que maletas adentro, chao compadre, nos vemos, cuídese y a sentarse.
Reservé los pasajes por Internet y los cancelé un día antes del viaje, pero me di cuenta que el sistema computacional de la empresa de transportes público ..ur-Bus no funcionaba o simplemente no lo respetaban.
Pedí un asiento del medio del bus, el N° 9, pero ya estaba ocupado, asi que quedé sentado en el asiento N°2, detrás del chofer y bajo el televisor, es decir, para poder ver las películas, debería torcerme completamente.
Listo!!!
Parte el bus a las 16 hrs., las llamadas pertinentes, mensajes a los amigos, mensajes cariñosos a quien corresponde y rápidamente quedé sin señal.
Encienden el televisor y el bus no tenía audífonos.
Encendieron los parlantes y todos se cagaban de la risa de la película, pero yo no la veía y mas encima no la escuchaba.
Le pregunté al auxiliar qué sucedía con el sonido y me respondió que solo estaban buenos los parlantes del centro del bus hacia atrás.
- Pero no hay audífonos?
- No – me dijo – Los audífonos los venden en las agencias y cuestan $ 100.
Me dio un poco de risa, no regalar los audífonos o por último, los podrían incluir en el precio de los pasajes. Total son $ 100, nadie reclamaría por $ 100. La verdad, es que no se por qué, pero así es no más.
Tampoco esperaba otra respuesta, mas que mal, él no tenía por qué saber lo que le preguntaba.
Me resigné y comencé a buscar el libro que había comprado para el viaje. No recordaba el nombre del libro en ese entonces (Ni ahora tampoco, mi memoria es como el hoyo) pero estaba muy interesado en él.
Trataba sobre los orígenes y conflictos de la primera guerra mundial y mientras lo buscaba, la gente se cagaba de la risa con la película.
“Pa mi que estos weones lo hacen de adrede!” eso pensaba, ya que no podía ser tan buena la película.
Después de buscar mucho el libro en la mochila, me di cuenta que con el apuro olvidé echarlo.
Qué xuxa hago???
Lo único que se me ocurrió hacer, fue comenzar a dormir, así que traté de entrar en trance, pero los weones se recagaban de la risa.
Después de luchar conmigo mismo, por fin logré quedarme dormido….
PUM!!! Se reventó un neumático.
Lo cambiaron rápidamente, pero el salto que pegué fue gigantesco y los demás en el bus me miraban y se reían.
Rápidamente calló la noche y apagaron el televisor. Hasta ese momento iba sentado solo, pero en Copiapó se subió una señora, la cual no debe haber tenido no más de 53 años, en realidad, no soy muy bueno con eso de las edades, pero era mayor.
Luego que comenzara a hablarme de cuantos nietos tenía y de todos sus achaques de salud, nuevamente logré quedarme dormido, pero la señora comenzó a roncar muy despacio.
Lamentablemente tengo el sueño liviano, por lo que me era imposible quedarme dormido.
Los leves sonidos que emitía se fueron transformando a ronquidos ya clasificados como tal y eso sumado a las veces que se atoraba, era un espectáculo de otro nivel.
Era tan fuerte como roncaba, que ella misma se despertó con la bulla que llevaba. Se acomodó mejor y así dejó de roncar.
Volví a dormir, pero desperté cagao de frío como a las 3 y media. Estábamos en La Serena y la puerta del Bus abierta. Yo en el asiento N°2, era una muralla que impedía que el frío le llegara a la señora, así que me comí todo el viento solito no más.
Partió nuevamente el Bus, ya no había frío ni ronquidos, así que a dormir.
Como a eso de las 4 de la mañana, la señora comenzó a roncar y a moverse otra vez.
Lo peor de todo, es que los ronquidos ya los tenía muy asumidos, pero cuando se ganó mi admiración la dama en cuestión, fue cuando tanto movimiento se manda el feroz peo.
Me dieron ganas de reírme, pero me hice el dormido.
Al analizar el peo, me di cuenta que musical y ruidosamente había cumplido su objetivo, pero lo peor es que tóxicamente comenzaba una nueva etapa en el viaje.
No se si fue por el cansancio o por lo mareado que me dejó el olor a mierda del peo, pero al fin logré quedarme dormido.
Desperté a las 7:30 y comencé a mirar el paisaje.
Cuantas veces por asuntos laborales había pasado por allí, pero nunca me había percatado lo lindo que es el paisaje entre La Calera y Santiago. Ahora, que no lo veo muy seguido me di cuenta cuanto extrañaba ver el verde de los cerros.
Las 9, hora de bajarme!!!
Llamadas y mensajes a quienes correspondían (El que sae, sae!)
Por fin llegué y por fin me bajé del bus.
Después de una tierna llamada por allí, llegaron mis amigos.
El viaje fue cómico…
La espera ojalá que valga la pena……………………
(De seguro que valdrá, tengo la esperanza de aquello)
martes, noviembre 21, 2006
lunes, noviembre 13, 2006
Insultos!!!
Después que se dan la vuelta, ambos piensan. “Puta el weon buena onda” “Mi Compadre es único”
Esa reacción que tenemos de insultar por nada es algo que hemos aprendido de niños.
Recuerdo que mi mamá una vez estaba barriendo y mi hermano, que es 10 años mayor que yo, me estaba molestando.
Mi mamá nos miraba, hasta que no aguanté mas y exploté en un gran:
-“Córtala de webiarme cabro cul….”
Es importante destacar que tenía 5 años, por lo que a ella le llamó la atención y me mandó a la pieza sin dejarme decir media palabra.
-“Pero..”
-“Cállate y a tu pieza”
-“Pero mamá..”
-“Cállate y a tu pieza”
-“Pero si tu viste..”
-“Cállate y a tu pieza”
Caminé y dije muy en silencio
-“Vieja culia”
Cuando giré vi a mi mamá que estaba justo atrás mío con la escoba en la mano.
Lo de los golpes que nos dan cuando chicos hablaremos otro día, pero por ahora, los insultos.
Agarre a xuxadas no mas, insultos favoritos, a quién se los daría y con qué ganas lo diría.
Esa reacción que tenemos de insultar por nada es algo que hemos aprendido de niños.
Recuerdo que mi mamá una vez estaba barriendo y mi hermano, que es 10 años mayor que yo, me estaba molestando.
Mi mamá nos miraba, hasta que no aguanté mas y exploté en un gran:
-“Córtala de webiarme cabro cul….”
Es importante destacar que tenía 5 años, por lo que a ella le llamó la atención y me mandó a la pieza sin dejarme decir media palabra.
-“Pero..”
-“Cállate y a tu pieza”
-“Pero mamá..”
-“Cállate y a tu pieza”
-“Pero si tu viste..”
-“Cállate y a tu pieza”
Caminé y dije muy en silencio
-“Vieja culia”
Cuando giré vi a mi mamá que estaba justo atrás mío con la escoba en la mano.
Lo de los golpes que nos dan cuando chicos hablaremos otro día, pero por ahora, los insultos.
Agarre a xuxadas no mas, insultos favoritos, a quién se los daría y con qué ganas lo diría.
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