Para pruebas

lunes, septiembre 25, 2006


LOS TRES, nuevamente juntos

La última vez que vi a Los Tres tocando juntos fue en “El último de los últimos” en el ese entonces Estadio chile, hoy Víctor Jara. Ese era el último recital de una serie de conciertos de despedida que organizaron después de haber oficializado su disolución.

Me declaro un fanático y fiel seguidor de Los Tres. Hasta ese entonces era el grupo al cual más veces había ido a ver en directo, ya fuese en conciertos o en la SCD, siempre estaba presente.

Años atrás los había visto juntos en esa serie de recitales llamados “Hecho en Chile” y en el último, el cual se realizó en el Estadio Nacional comencé a ver que ya no eran los mismos, era como si a partir de esa vez ya no disfrutaban tocando juntos.

Con mis amigos siempre comentábamos cuan buenos músicos eran, incluso con la incorporación del tecladista. (Camilo Salinas creo que era su nombre) Pero había algo que no me cuadraba, seguían con sus típicas tallas irónicas en el escenario, pero ya no habían risas entre ellos.

Quizá ya venían tocando solo por compromiso e inconscientemente nos estaban avisando que el fin del grupo estaba cerca.

Cuando en la radio Rock and Pop leyeron el comunicado de prensa con la mala noticia obviamente me sorprendió, pero dentro de mi ya lo sabía.

Durante esa gira los vi tres veces, una en Concepción y dos en Santiago y fue en ese último en el cual pensé que ya nunca volverían a tocar juntos, era increíble verlos y pensar que antes eran amigos. Ya no había química ni pasión entre ellos al tocar. No es que Ángel Parra o Titae Lindl estuviesen tocando mal, muy por el contrario, pero algo había en el aire y eso era demasiado obvio.

Después de algunos años ya me había acostumbrado a ver a “Ángel Parra trío” o a Álvaro Henríquez tocando solo. De Pancho Molina, solo sabía que estaba en E.E.U.U. estudiando y dedicándose a la música.
Pero cuando dijeron que volverían a juntarse pensé que era seguramente por algo comercial.

“Esto hay que verlo…” pensé, pero no pude estar en el “Arena Santiago”, por lo que en la Yein Fonda no podía estar ausente.

Cuando se apagaron las luces fue genial, en el telón de fondo se veían imágenes de ellos y de los discos antiguos, pero siempre evitando mostrar a Pancho Molina, no entraremos en pelambres pero es cierto.

Me habían advertido que en los dos primeros días de la Yein Fonda hubieron problemas de audio y que frecuentemente habían cambio de repertorio en su presentación, pero ese día Domingo no vi nada de eso. Quizá existieron problemas de audio pero mi fanatismo no me dejaba percatarme de ello. Cuando comenzaron a tocar inmediatamente traté de ver sus expresiones y vi que estaban disfrutando su música como hace muchos años no lo hacían.

Incluso se mandaron una muy buena “performance”. En “Déjate caer”, al final del tema comenzaron a tocar la versión de “Café Tacuba” y sus caras se comenzaron a ver algo cansadas, reflejando su estado antes de la separación; luego cayeron al piso y siguieron tocando desde el suelo, para luego volver a pararse y seguir tocando, pero esta vez con mas fuerza y eso se notó.

Si su intención era decirnos que han vuelto para tocar con todo, espero que sea durante muchos años y con muchos discos.

De Manuel Basualdo el nuevo Baterista, solo puedo decir que toca excelente. Creo que lo había visto en las Yein Fonda de años anteriores.

Ángel Parra sigue teniendo más de 5 dedos en cada mano. Su guitarra canta junto con él en los coros.

Roberto “Titae” Lindl podrá tocar 1.000 instrumentos, pero nadie en Chile hace sonar el contrabajo así.

Aportó un tecladista que no se quién era, pero tocó en “Déjate Caer”. Sonó la raja.

También cooperó en el show Cuti Aste, pero no se puede decir nada nuevo de él. Simplemente, el mejor músico que existe en Chile.

Y de Álvaro Henríquez. Él fue el que rescató las cuecas choras y re-inculcó el folklore a la mayoría de los jóvenes de mediados de los 90´s. Sigue siendo un excelente compositor y un gran cantante.

No se cuento durará esta vuelta de Los Tres, pero se les nota que lo están pasando muy bien en el escenario. Por ahora disfrutaré escuchando su nuevo trabajo y asistiendo a cada uno de sus recitales que pueda asistir.

lunes, septiembre 11, 2006


El metal no ha muerto

Después de 8 años volver a ver a Slayer en Chile fue algo un poco raro. No por las personas que recién están conociendo a este grupo o por los que no tenían idea que Tom Araya nació en Chile y se embalaron con todo lo que decía la prensa.
Lo raro era ver a los 4 de nuevo juntos y tocando con casi la misma potencia del Show no Mercy o del Reign Of Blood.

Al verlos pasaron muchos recuerdos por mi cabeza, recuerdo por ejemplo cuando cursaba 5° básico y tan solo tenía dos “Casettes”. Uno era pirata y era el “Kill´em All” de Metallica y el otro era uno original y era el “Step by Step” de los “New Kids on the Blok”.
En ese tiempo aun no tenía claro cual sería mi estilo musical propio, pero una vez que lo tuve claro no dejé que la música envasada comiera de mis neuronas.

A partir de ese minuto comencé una guerra contra los que no comprendían mis gustos musicales. Uno cree que cuando es adolescente puede cambiar al mundo, pero luego te das cuenta que no es así. Que los sistemas ya están creados y que tan solo puedes dar a conocer tu postura y si eres escuchado tendrás suerte.

Ya cuando comencé a tener algo de poder adquisitivo, mis ganas por adquirir discos originales se hicieron muy grandes.
El primer disco original que compré fue el “Hell Awaits” de Slayer. Recuerdo que escuché tanto ese disco que lo terminé por rayar en menos de 3 semanas.

Luego fui adquiriendo discos por montones y mientras más tenía, mas estudiaba la música y mas discos compraba.

Mi pasión por la música era tan grande que llegué a tener mas de 800 CD´s.
Tenía toda la colección de “Metallica”, “Pantera”, “Slayer”, “Kreator”, etc. y como buen adicto y aficionado de la música, busqué las raices del rock, llegando a juntar discos “Led Zeppelín”, “Deep Purple”, “Grand Funk”, “Judas Priest”, “Black Sabbath”, “BB King”, “Eric Clapton” y la lista puede extenderse.

Por asuntos laborales he tenido que radicarme en muchas ciudades de Chile y con tantos cambios fui perdiendo cajas con discos que hasta el día de hoy no he podido recuperar.

La discografía de “Metallica” y de “Iron Maiden” es relativamente fácil encontrarla, pero “Slayer” o “Kreator” no lo es.
De hecho, mas de algún disco de “Kreator” lo he tenido que importar y al costo se eleva muchas veces al triple de un disco normal.

Poco a poco fui perdiendo las esperanzas de las discografías extraviadas y peor aún cuando escucho en las radios que ya no se le da tribuna al metal, siento que este estilo de música va muriendo.

Una pequeña luz de esperanza se abrió cuando dijeron que “Metallica” vendría, pero me quedé con la entrada en la mano.
Luego, “Ánthrax” no pudo tocar en Chile por problemas con la intendencia.

Todo se veía nebuloso y turbio, pero al escuchar que “Slayer” tocaría en Chile sentí que una parte de mi que estaba dormida, estaba por salir a la luz nuevamente.
Comenzaron los comentarios acerca de las fechas y se especuló que se cambiaría. “Esto no va a funcionar” pensé con impotencia. La única forma de que esto resulte es viéndolo con mis propios ojos.

Cuando llegué a la fila en el Nacional estaba muy excitado, un tanto por el alcohol que bebimos antes de llegar, pero porque lo que estaba sucediendo no lo podía creer.

Entramos y allí estábamos otra vez, pero tenía que verlo.

Se apagan las luces y comienza a sonar esa incomparable batería de Dave Lombardo.

Así es, es verdad, están tocando!!!

Estoy de acuerdo. EL METAL NO HA MUERTO!